Se encuentra a casi 2.700 kilómetros de tierra firme y es el mayor punto de inaccesibilidad del pacífico, a tal punto que la Nasa lo usa como “basurero”.
En 1992, Hrboje Lukatela, un ingeniero croata, fue la primera persona que localizó este lugar utilizando un programa de geolocalización. Lo nombró por primera vez como “polo oceánico de inaccesibilidad”, pero luego la comunidad científica lo apodó Punto Nemo. Este segundo apodo deriva de un famoso personaje de una novela del escritor Julio Verne. Nemo, en latín, significa “nadie”, lo cual resulta apropiado tratándose de un lugar inhabitado.
El sitio se encuentra tan lejos de tierra firme que los astronautas suelen ser los humanos más cercanos a esa ubicación. La Estación Espacial Internacional orbita la Tierra a un máximo de 416 km, mientras que la más cercana masa terrestre habitada está a más de 2.700 km. Por eso se dice que en esta zona el “sonido humano” es prácticamente inexistente.
La creencia de que es un punto biológicamente inactivo llevó a la NASA a considerar al Punto Nemo como un ‘cementerio’ de naves espaciales. El área no se utiliza para ninguna otra actividad humana como el transporte marítimo o la pesca, por lo que allí son desechados los satélites y las estaciones espaciales en desuso.