Las inundaciones repentinas que han asolado el norte de Afganistán en los últimos días han causado la muerte de al menos 200 personas.
Las provincias septentrionales de Badakhshan, Ghor, Baghlan y Herat han sufrido fuertes inundaciones, que también han dañado cerca de 2.000 viviendas, dijo un funcionario de comunicaciones de la OIM en un comunicado, citando a la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres de Afganistán. La OIM, que está proporcionando ayuda de emergencia sobre el terreno, dijo que prevé que el número de muertos aumente.
“Estas últimas inundaciones han provocado una emergencia humanitaria de grandes proporciones en Afganistán, que todavía se está recuperando de una serie de terremotos a principios de este año, así como de las graves inundaciones de marzo”, dijo la directora del IRC en Afganistán, Salma Ben Aissa.
“Las comunidades han perdido familias enteras, mientras que los medios de subsistencia han quedado diezmados como consecuencia de ello”, añadió.“Lamentablemente, cientos de nuestros conciudadanos han sucumbido a estas calamitosas inundaciones, mientras que un número considerable ha sufrido heridas. Además, el diluvio ha causado grandes estragos en las propiedades residenciales, lo que ha provocado importantes pérdidas económicas”, reconocieron las autoridades.