Este 2024 se cumplió el 25° aniversario de Matrix, la película dirigida por las hermanas Wachowski. La efeméride sirvió como excusa para que varios cines decidieran reestrenarla en su pantalla, demostrando que se trata de una película que, a pesar de los años, no pasa de moda.
Ahora bien, ¿qué es lo que a 25 años de estrenada la película hace que queramos volver a verla? Tal vez no sea la alucinante vestimenta de los protagonistas, con sus anteojos negros y sobretodo, o las innumerables escenas de acción cargadas de efectos especiales; cosas todas ellas que, si bien presentan cierto atractivo para el espectador, no escapan de cualquier otra película trillada de Hollywood que no hayamos visto.
La película narra la historia de Thomas Anderson (Keannu Reeves) un hacker con problemas sueño y cansado de su rutinario trabajo de oficina en una importante multinacional; un inadaptado que no encaja con las normas de la cultura. Su vida cambia radicalmente una vez que conoce a Morpheus (Laurence Fishburne) una especie de mentor que quiere mostrarle que, en el mundo en el que vive, nada es lo que parece.A través de Morpheus, Thomas Anderson descubre que su vida cotidiana no es más que una simulación. Su nombre, su trabajo y todos sus conocidos no son más que una ficción montada por un complejo sistema elaborado por las máquinas al que llaman la Matrix. Los humanos no saben que, mientras viven en un sistema de realidad simulada, son criados como baterías para ser utilizados como fuente de energía que permita a las mismas máquinas seguir funcionando.
El contacto con Morpheus hace que Anderson logre salir de la Matrix y descubra el mundo real. Allí, el protagonista, quien se deshace del nombre que usaba mientras permanecía conectado a la Matrix y adopta su pseudónimo de hacker, Neo, se une al resto de los humanos que lograron desconectarse y conforman la resistencia al dominio de las máquinas.
Morpheus le cuenta a Neo que, de acuerdo a una profecía, él es el elegido y está destinado a destruir la Matrix y liberar a los humanos de su opresión. Los resistentes se conectan clandestinamente a la Matrix y combaten a las máquinas en largas escenas de acción.En rigor, Matrix logró convertirse en una película de culto y marcar un espíritu de época.
En los albores de la revolución de internet, las hermanas Wachowski pensaron una película que, tomando una estética cyberpunk, les permitiera jugar con la escurridiza frontera entre la realidad y la ficción. De ahí que el encuentro entre Neo y Morpheus inserte de lleno en la trama del film. Nada es lo que parece es la premisa de una narrativa que gira en torno a la reflexión sobre el problema de lo real.