Tras el empate 1-1 en el tiempo regular, Boca Juniors derrotó 8-7 a Talleres de Córdoba en los penales y avanzó a la siguiente ronda, en la que enfrentará a Gimnasia y Esgrima La Plata por un lugar en las semifinales.
Un comienzo frenético en el que parecía que el Xeneize se comía el partido se fue desdibujando entre polémicas, reclamos y la reacción de la T, que solamente se animó a emparejar el marcador para que luego ambos bandos se dedicaran a luchar mucho y lograr poco. El asedio de los de Diego Martínez casi provoca en el inicio un gol en contra de Lucas Suárez bien controlado por Guido Herrera, y a los 11 llegó la apertura del marcador… gracias a que en el certamen aún no se implementó el VAR.
En el mata-mata, ambos equipos marcaron sus dos primeros disparos, Herrera apareció ante Medina y lanzaron a las nubes Mantilla, Aarón Anselmino y Franco Moyano, desperdiciando los del Cacique dos match points. Con el tanteador 7-7, solo restaban patear los arqueros, y allí se definió: lo hizo muy bien Brey y Herrera, que había sido clave antes, quiso esquinar y ejecutó afuera. Con lo justo, Boca conseguía el aire fresco que necesitaba para no quemar otro objetivo del año.