El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, renunció a su cargo este domingo y el presidente Alberto Fernández definirá en las próximas horas junto a su equipo su reemplazante al igual que lo hará con el puesto que dejó Elizabeth Gómez Alcorta en el Ministerio de las Mujeres.
Este lunes el mandatario anunciará los cambios en el gabinete y durante la tarde de hoy se reunirá en la Quinta de Olivos con el Canciller Santiago Cafiero, el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi, y la portavoz e la Presidencia, Gabriela Cerruti, para analizar los nombres y la comunicación de una nueva crisis en el Gobierno.
En las próxima horas se produciría la renuncia del ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, quien ya habría comunicado la decisión a Fernández, pero según indicaron fuentes cercanas al funcionario a este medio “la renuncia no está presentada”.
“Efectivamente hay un proceso de salida en marcha, que se hace en diálogo permanente y de manera ordenada. Del mismo modo que llevó adelante la gestión”, advirtieron.
La salida de Gómez Alcorta tras sus críticas al operativo de desalojo de la comunidad mapuche en Villa Mascardi aceleró una ola de renuncias. Ante la renuncia de la exministra de las Mujeres Fernández quedó nuevamente sorprendido y no tenía listo su reemplazo, por lo que se recluyó en Olivos el fin de semana XL para pensar quién ocupará el lugar de una de sus ministras preferidas. Se descuenta que será una mujer.
En ese clima de incertidumbre, el jefe de Estado también está buscando nombres para completar tres casilleros de que quedarían vacantes pero para los que aún no hay reemplazantes confirmados. “No hay distinto a ayer. Mañana se conocerán los cambios. Nada para adelantar”, dijeron desde la oficina de la portavoz a A24.com.
La interna del Frente de Todos quedó al rojo vivo entre jueves y viernes. Primero, cuando el operativo de desalojo ordenado por el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, a la toma de mapuches en Villa Mascardi, provincia de Río Negro, terminó con un enfrentamiento público con la ministra de Mujeres, Diversidad y Géneros, Elizabeth Gómez Alcorta, que denunció a su propio gobierno de haber “violado los derechos humanos” por la detención de 7 mujeres (una embarazada) y su traslado a una cárcel de Ezeiza a 1500 kilómetros de donde residían, sin garantías ni condiciones de salubridad.
La salida de Gómez Alcorta genera un nuevo debilitamiento del presidente ya que encarnaba la huella o principal bandera política que Alberto Fernández pretendía dejar al terminar su mandato: la promesa de “ampliar derechos e igualdad de género” y -como él mismo dijo una vez, que lo recuerden- como “el presidente que puso fin al patriarcado”.
Pero, con la salida de Gómez Alcorta -la tercera ministra mujer que renuncia desde que llegó a la Casa Rosada-, el sector feminista del gabinete le sigue recriminando a Alberto, que sigue corto de papeles en igualdad de género que tanto pregona.