En una noche a pleno folclore, danza, emociones, luces y enorme alegría, la Manka Fiesta brindó a La Quiaca un broche de oro en el que niños y ancianos, jóvenes y adultos, danzaron y celebraron con orgullo el ser quiaqueños, puneños, argentinos.
La ciudad vivió un espectáculo que pone a la Puerta Norte de la Argentina muy en alto, con la participación de prestigiosos artistas, no sólo por su trayectoria y profesionalismo, sino por la empatía que expresaron hacia toda la comunidad.
La tarde se iba perdiendo cuando “Los cantores del Alba” abrieron el festival, animando a todos los presentes a ser protagonistas de un evento que buscó, en todo momento, revalorizar a la Manka Fiesta, así como también, fortalecer los lazos de hermandad del pueblo que es parte de su historia.
La Manka Fiesta prosigue hacia la meta de ser declarada como Patrimonio de la Humanidad aportando razones de sobra para lograrlo.
Durante una semana, La Quiaca, fue protagonista de una feria ancestral que brindó no sólo un lugar de encuentro e intercambio de productos, cultura e historias de vida, sino un espacio socio educativo de visibilización activa de la cultura andina, que abrió la posibilidad de experimentar en primera persona, una práctica social originaria y conocer de manera viva la historia y raíces de nuestra identidad como jujeños.
La Manka Fiesta significa memoria activa, revalorización de la identidad y entendimiento de quiénes somos a partir de quiénes fuimos y quiénes queremos ser como pueblo.La Feria de las Ollas se retira de un predio físico, pero continúa presente en el corazón de cada quiaqueño, y de cada persona que la visitó, diciendo un “hasta pronto”, preparándose ya, para el 2025.