Peleas y denuncias cruzadas entre estudiantes: Problemas entre los alumnos que quieren retomar las clases y los que siguen con la toma.
La Universidad Nacional de Jujuy (UNJu) se encuentra en medio de un conflicto que ha generado tensión entre los estudiantes. La toma de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, llevada a cabo por un grupo de estudiantes que aseguran estar defendiendo los derechos universitarios, derivó en denuncias cruzadas y un ambiente de confrontación.
La situación escaló con actos de violencia y daños al edificio de la facultad, generando preocupación y rechazo en la comunidad educativa.
El comunicado emitido por UPAU (Unión para la Apertura Universitaria) expresó su “profundo rechazo” a los hechos ocurridos. En el texto, la agrupación estudiantil lamenta los actos violentos y denuncia que los manifestantes dañaron el edificio público, resaltando que se trata de una propiedad que “todos pagamos”. Además, informaron que se registraron agresiones físicas y verbales entre estudiantes de distintas carreras.
Esto ocurrio mientras un pequeño grupo de estudiantes tomó una oficina que es un espacio institucional al servicio de toda la comunidad estudiantil.
Según denuncian, los manifestantes rompieron vidrios, forzaron y dañaron la puerta de la oficina, además de lastimar a compañeros que intentaban mediar en la situación.
Quienes se oponen a la toma expresan su indignación, cuestionando que estos estudiantes digan “defender” la universidad pública mientras generan actos de violencia. “No representan a los verdaderos estudiantes que la pelean día a día para recibirse“, señaló un estudiante. “Es una vergüenza que, en nombre de la defensa de la educación, se violente tanto a la facultad como a los compañeros/as“, añadia.
UPAU también hizo un llamado a las autoridades de la UNJu y de la Facultad de Humanidades para que tomen medidas disciplinarias contra los responsables de los destrozos y agresiones, solicitando que estos asuman la responsabilidad por sus actos.
Por otro lado, los estudiantes que participan de la toma argumentan que su lucha es en defensa de la universidad pública y que las medidas de protesta se deben a la falta de respuesta ante demandas históricas.
La situación polarizó a la comunidad estudiantil. Mientras algunos defienden la toma como un derecho legítimo de protesta, otros piden que se ponga fin al conflicto para permitir la continuidad de las clases y garantizar el derecho a estudiar. Hasta el momento, las autoridades de la universidad no emitieron un pronunciamiento oficial sobre los incidentes, pero se espera que tomen cartas en el asunto para buscar una solución a este conflicto que mantiene paralizada parte de la actividad académica en la UNJu.