El Gobierno de Alberto Fernández y el ministro de Economía Sergio Massa recibió este viernes un nuevo golpe de parte de la realidad económica: el INDEC difundió esta tarde el índice de inflación de septiembre, que fue de 6,2%, por debajo de las proyecciones de la mayoría de los analistas del mercado.
Con ese porcentaje, la inflación de los primeros nueve meses del año alcanzó a 66,1%. En tanto, la inflación interanual (de los últimos 12 meses) llega al 83%. Este último dato es el peor que se tiene registrado desde el año 1992, treinta años atrás, cuando en enero el acumulado anual había sido del 76%.
Más cerca en el tiempo, durante la presidencia de Mauricio Macri, en mayo de 2019 la inflación interanual tocó un pico de 57,3%.
La división Prendas de vestir y calzado (10,6%) fue la de mayor aumento en el mes, seguida por Bebidas alcohólicas y tabaco (9,4%), sobre la que se destacó el alza de los cigarrillos.
Durante septiembre, también sobresalió el incremento salarial de trabajadores de casas particulares –que impactó en Equipamiento y mantenimiento del hogar (6,0%)–, así como las subas de las tarifas del transporte público –subterráneo, taxi, aéreo, entre otros– y el arrastre que dejó el aumento de los combustibles a fines de agosto, que impactaron sobre la división Transporte (5,8%).
La suba de Alimentos y bebidas no alcohólicas (6,7%) fue lo que más incidió en todas las regiones, dentro de la que se destacó el aumento de Verduras, tubérculos y legumbres; Aceites, grasas y manteca; y Frutas.
A nivel de las categorías, lideró el alza mensual Estacionales (11,7%) –explicada, en parte, por las mencionadas subas en Prendas de vestir, Verduras, tubérculos y legumbres, y Frutas– seguida por el IPC Núcleo (5,5%) y, finalmente, Regulados (4,5%).
En términos inflacionarios, la primera semana de octubre fue la peor desde la eyección de Martín Guzmán del ministerio de Economía, a comienzos de julio. La semana pasada, los precios de los alimentos se encarecieron nada menos que 2,8%, por encima de lo sucedido en las primeras semanas del mes de septiembre (fue de 2,7%), agosto (2,1%) y -lo dicho- a comienzos de julio (2,5%).
Para tener una idea de la magnitud del fenómeno: en las últimas cuatro semanas, la inflación de los alimentos trepó al 8,0%, de acuerdo al monitoreo de la consultora LCG, que compila los datos de los precios semana tras semana.
La semana pasada, el Gobierno avanzó en un acuerdo con las principales empresas fabricantes de alimentos y presentó la renovación de “Precios Cuidados”, una canasta de 452 productos con alzas más moderadas que aquellos artículos que no forman parte de la iniciativa.
Se trata de un lanzamiento muy modesto, que de ninguna manera tendrá influencia en la dinámica inflacionaria.
En este contexto, desde el ala kirchnerista de la coalición gobernante reclaman que el ministro Sergio Massa avance con un congelamiento de precios de la canasta básica. A lo sumo, dicen las fuentes, podrían permitirse alzas mensuales por una pequeña proporción respecto del resto.