Novak Djokovic se marchó del Australian Opentantas veces sonriente como cabizbajo, toda una rareza en el mundo del tenis. Pero lo que llamó verdaderamente la atención fue el marco que vivió en el Rod Laver Arena del Melbourne Park.
El serbio decidió terminar el partido de semifinales ante Alexander Zverev cuando apenas se había disputado el primer set que había caído del lado del alemán con un 7-6 (5). Tras poco menos de una hora y media de acción, y mientras se dirigía acompañado por su tristeza rumbo al vestuario, las tribunas mezclaron aplausos, abucheos, silbidos y gritos.
“Por favor, no abucheen a ningún jugador cuando sale lesionado. Sé que ustedes pagaron su ticket y quieren ver buenos partidos, pero Novak Djokovic lleva 20 años dándolo todo por este deporte y ganó este torneo con una rotura muscular abdominal. No merece que lo despidan de esa forma. Por favor, un poco de respeto. Tuve que jugar el mejor set del torneo para ganarle estando lesionado. Es demasiado bueno”, planteó el tenista alemán de 27 años en el court apenas se había consumado su pase a la final del Australian Open, el primero en su carrera.
En la conferencia de prensa posterior al juego, Djokovic se sinceró sobre el proceso que vivió en los días previos: “No sé qué decir. La gente ha venido, ha pagado las entradas esperando un gran partido y una gran pelea, que no ha tenido. Desde ese punto de vista, puedo entenderlo. Estoy haciendo todo lo posible por entenderlos, pero no estoy seguro de si ellos me entienden o si siquiera quieren entenderme. Sé cómo funciona mi cuerpo, lo que siento y sé cuánto he dado a este torneo en los últimos 20 años. Me detendré aquí para no seguir hablando en la dirección equivocada”, reflexionó según reprodujo el sitio Tennismajors.
“No golpeé una pelota desde que gané a Alcaraz hasta una hora antes del partido ante Sascha. Hice todo lo que pude para controlar el desgarro muscular, con medicamentos, protecciones y trabajo de fisioterapia. Hacia el final del primer set empecé a sentir un dolor mucho más fuerte, era demasiado. Quizá si hubiera ganado el primer set habría intentado seguir, pero el problema estaba empeorando a marchas forzadas, así que veía imposible mantenerme en pista mucho tiempo más. Pensé que quizá con dos días de descanso iba a ser suficiente, pero no ha sido así“, reconoció.