En el inicio de 2023, los inquilinos que afronten su ajuste anual bajo el Índice para Contratos de Locación (ICL) tendrán un incremento de hasta el 83,5% y del 90% en febrero.
El mercado de vivienda está roto en la Argentina. Sin crédito hipotecario y con la Ley de Alquileres sin cambios, la oferta y la demanda se desencuentran. Mientras los propietarios quieren vender, los inquilinos buscan alquilar y los que pudieron firmar un contrato formal bajo el marco normativo actual se enfrentan, cada vez más, a actualizaciones anuales más elevadas.
De acuerdo con sus datos, en febrero la actualización anual ya llegaría al 90%. Claro que esos porcentajes deberían estar por debajo de la inflación interanual -ya que en la fórmula también se incluyen los salarios, generalmente rezagados respecto de los precios-, pero representan un costo importante dentro de los gastos de un hogar.