Los manifestantes quemaron siete autos y cuatro colectivos, camino al hotel donde se aloja el presidente electo Lula da Silva.
Manifestantes de extrema derecha, seguidores del presidente Jair Bolsonaro, causaron graves disturbios en la noche del lunes en el centro de Brasilia, para protestar por la detención de un cacique indígena a favor de un golpe de Estado.
Diversos grupos circulaban por las amplias avenidas de Brasilia haciendo actos de vandalismo, lo que obligó a reforzar la seguridad de Lula en el hotel Meliá 21, donde se encontraba alojado luego de haber sido diplomado esta tarde como en una ceremonia en el Tribunal Superior Electoral.
Después de ese acto, Bolsonaro recibió en los jardines de la residencia presidencial, el , a centenares de manifestantes que piden que el Ejército dé un golpe de Estado para evitar el tercer mandato del líder del Partido de los Trabajadores.
En ese pequeño evento informal, un cura, al lado de Bolsonaro, alentó a los golpistas a seguir manifestando y llamó a Lula “ladrón”. Los fanáticos bolsonaristas se están manifestando desde el 30 de octubre, cuando Bolsonaro fue derrotado en las urnas, en la puerta de los cuarteles del Ejército.