El mes de abril arrancó con una ola de aumentos de precios, a pesar de la tensión existente entre el Gobierno y las empresas líderes de la alimentación.
Se trata de incrementos extendidos a distintos rubros. Eso sí: en principio tienen una magnitud menor a los de inicios de marzo, que estaban impactados por el adelanto presidencial de que le declararía “una guerra contra la inflación”.
Esa declaración no se tradujo en medidas concretas, pero a las empresas les sirvió como excusa para marcar una violenta ola de remarcaciones, que profundizaron la de por sí complicada dinámica inflacionaria.
Según detectó la propia secretaría de Comercio Interior, el aumento promedio en los precios de los alimentos en la tercera semana de marzo alcanzó la friolera del 14,5%.
Desde ese momento comenzaron las negociaciones con las empresas para retrotraer los valores a la semana anterior a la ola remarcatoria. Sólo hubo algunas correcciones, básicamente de parte de algunas cadenas de supermercados que se habían adelantado a los movimientos y no pudieron justificar esos ajustes superlativos en las góndolas.
Ya en el inicio de abril, las compañías líderes de la alimentación volvieron con las remarcaciones. Lo dicho más arriba, las subas abarcan a los principales rubros.
Las empresas lácteas, que vienen ajustando los valores de sus productos casi todas las semanas -en una mueven los quesos, en otra la leche fluida y en la siguiente los postres o leche en polvo-, arrancaron el mes con ajustes de entre 8% y 10%.
En los casos de los farináceos, los aumentos promedian el 7% (fideos, pan rallado, galletitas). Con un asterisco: algunas de las fábricas de galletitas sólo se concentran en las marcas y productos más redituables. Argumentan que frente a un escenario marcado por la incertidumbre (local e internacional) en el mercado del trigo, hay que maximizar la rentabilidad. Por las dudas de que la situación global con el cereal, ya sea en cuanto a precios y cantidades, empeore.
Las empresas más grandes que elaboran aderezos también aplicaron incrementos, de hasta 15% en este inicio de mes. En el caso de las mayonesas, los incrementos pueden superar ese tope.
También, y ya por una cuestión estacional, se vienen aumentos en todo lo que son sopas y caldos, que tienen su pico de demanda a partir de ahora y se extiende durante todo el invierno.
Estos incrementos se extenderán en los próximos días al mercado de las bebidas, ya sean gaseosas como cervezas y aguas. Es un rubro que viene liderando las subas.