La isla de Tonga, en el Pacífico, será el primer enclave en decir adiós al 2022 y decir hola al Año Nuevo esta Nochevieja. Desde este primer brindis en el punto más oriental del planeta hasta que las islas Midway festejen el happy New Year, justo en el extremo opuesto, 192 países habrán despedido el año de 192 formas diferentes. Cava, confetis, fuegos artificiales, rituales, oraciones, lencería… Las tradiciones de Fin de Año y fórmulas para entrar con buen pie en el Año Nuevo son tan variadas como las propias culturas.
Tradiciones de Fin de Año en Japón: 108 campanadas para recibir el año
Las 12 campanadas tan tradicionales en España se quedan más que cortas en Japón. A las 00:00h del 1 de enero los templos japoneses hacen sonar sus campanas 108 veces. La tradición budista asegura que de esta manera se purifican los 108 deseos mundanos que causan el sufrimiento. Después del repique, los japoneses brindan con amazake, un licor caliente muy apropiado para el frío del recién estrenado año. En las cenas, el plato más típico son los fideos de trigo soba, símbolo de prosperidad y uno de los imprescindibles entre las tradiciones de Fin de Año del país.
Filipinas, donde la Nochevieja se celebra ¡con lunares!
Los filipinos comparten con los japoneses el mismo gusto por los fideos largos como plato principal en la cena de Nochevieja, aunque en este caso se conocen como pancit. Pero entre las tradiciones de Fin de Año de Filipinas, si hay algo habitual y común a cada Nochevieja es despedir el año vestidos con ropa y complementos llenos de lunares (y no al estilo flamenca). Los lunares, por su forma circular, simbolizan la riqueza, por eso, en esa noche los filipinos hacen sonar las monedas que guardan en sus bolsillos para atraer la prosperidad.
Ritual de Nochevieja en Rusia entre… ¿cenizas y champán?
En el país más extenso del mundo no todo es frío y vodka. La tradición más peculiar de la Nochevieja rusa es escribir en un papel los deseos para el Año Nuevo. Pero lo curioso de este rito, es que después, debemos prender fuego a ese papel y arrojar las cecinas sobre una copa de champán. Los más atrevidos, se beben el mejunje a las 00.01. ¿Te atreverías?
Ritos de Año Nuevo en Puerto Rico: celebrar el 31 de diciembre con una ¡batalla de agua!
El envidiable clima de Puerto Rico permite que una de las tradiciones que aún se conservan para las noches del 31 de diciembre sea arrojar cubos de agua por la ventana. De esta manera, las familias creen librarse de los problemas acarreados durante el año que se acaba. Además, en la isla es habitual escuchar durante esta jornada el poema ‘El brindis del bohemio’, el cual termina con estos versos: «El bohemio calló; ningún acento / profanó el sentimiento / nacido del dolor y la ternura, / y pareció que sobre aquel ambiente / flotaba inmensamente / un poema de amor y de amargura».
Nochevieja en Dinamarca: los platos al suelo
Todos tenemos presentes las típicas cajas metálicas y circulares con pastas de té danesas. Pero la noche del 31 de diciembre todo es un poco más… ¿ruidoso? La tradición que guarda siglos de historia supone arrojar contra el suelo o contra las puertas la vajilla en la que se ha tomado la cena de Nochevieja (al estilo griego). Y cuantos más platos haya rotos, mejor: mucha vajilla destrozada equivale a tener muchos (y buenos) amigos. Menos seguros estamos de cómo le sentará al que le toque recoger semejante estampa…
Ecuador: Rituales de Año Nuevo para despedir el Año Viejo
Si eres de los que quieres empezar el año en bañador y chancletas, Ecuador y sus particulares ‘fallas’ son una opción más que recomendable. Los ecuatorianos reciben el Año Nuevo quemando un muñeco de hasta 10 metros de altura fabricado con papel, madera y petardos.
Nochevieja en Alemania, no sin mi película
En Alemania la última noche del año es dedicada a San Silvestre, razón por la cual la nochevieja se conoce aquí también como Silvester. En este día, además de brindar por el santo y lanzar fuegos artificiales, las familias llevan a cabo un “ritual” de lo más curioso: se reúnen para ver un cortometraje o sketch de 18 minutos llamado Dinner for one, que trata sobre una anciana que prepara una cena para sus invitados imaginarios o, mejor dicho (y algo más siniestro), sus amigos ya fallecidos. También en Dinamarca, Suecia, Finlandia y Austria es costumbre revisionar este clásico de estas fechas. A esto se le añade otro pequeño ritual que consiste en derretir plomo y dejarlo en un recipiente con agua para adivinar así qué les deparará el próximo año.