En la Casa Rosada tomaron con cautela la ruptura del bloque de senadores del oficialista Frente de Todos, luego de que 4 legisladores de provincias del norte, encabezados por el jujeño Guillermo Snopek, anunciaran la conformación de un bloque propio denominado Unidad Federal para el Desarrollo, y justificaron su salida con duras críticas al presidente Alberto Fernández y a la falta de respuestas del Gobierno nacional a los reclamos de sus provincias.
En el entorno del presidente no creen que esta ruptura se reproduzca en el bloque de Diputados nacionales y apuestan a que el nuevo bloque termine apoyando con sus votos o bien, dando quorum para el tratamiento de los proyectos enviados por el Ejecutivo, en un año que acumula cada vez más tensiones internas y externas, con la oposición, a medida que avanza el cronograma electoral.
Según señalan los asesores del presidente, “la derrota sufrida por el Frente de Todos en el 2015 hizo aprender de los errores a todos los dirigentes, y eso va a llevar a que más allá de las diferencias, no vuelvan a cometer los mismos errores, y todos terminen juntos a las próximas elecciones”.
En los despachos de la Casa Rosada calculan que este bloque “va a mostrarse independiente del kirchnerismo y del presidente, pero apoyaría algunos proyectos concretos”.
Sin embargo, en el entorno presidencial evitaron hacer comentarios sobre las expectativas que genera el próximo encuentro entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner, cuando se vuelvan a ver cara a cara en la Asamblea Legislativa el próximo 1° de marzo para inaugurar las sesiones ordinarias del Congreso.
Según admiten en el Gobierno, “la ruptura del bloque en el senado es por reclamos concretos de desatención” de parte de los máximos dirigentes del Frente de Todos, pero apuntan a la presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, que “los desatiende” y al “estilo de liderazgo de La Cámpora” que impone los temas sin debatirlos antes de llevarlos al recinto.
Sin embargo, los asesores del presidente admiten que la Casa Rosada tampoco cumplió con pedidos de los gobernadores de las provincias que decidieron sacar a sus senadores del bloque oficialista: tal es el caso de Gustavo Bordet (Entre Ríos); Alberto Rodríguez Saa (San Luis) y Guillermo Snopek (senador por Jujuy). Distinta es la situación deAlejandra Vigo (esposa del gobernador cordobés, anti-k, Juan Schiaretti).
En la Casa Rosada reconocen que el caso de Guillermo Snopek se entiende por la bronca ante lo que desde el kirchnerismo duro acusan de “inacción” al presidente Alberto Fernández frente a “detenciones arbitrarias de militantes peronistas”, entre ellos, Milagro Sala.
“Nadie defiende a los compañeros que (el gobernador radical, Gerardo) Morales mete presos, pero tampoco responden a las necesidades de las provincias. No hay nadie que los atienda. Si no se gana en Jujuy es por culpa de Alberto Fernández. Si en Jujuy no se le gana a Gerardo Morales el responsable político se llama Alberto Fernández”, lanzó Snopek en declaraciones radiales y en la carta de envió y difundió la Vicepresidenta, con críticas al jefe de Estado.
En ese marco, en medio de especulaciones sobre cómo sigue la relación entre Alberto Fernández y el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, tras la ruptura del bloque de senadores oficialistas, el presidente se muestra esta tarde en un acto en Rosada con la ministra de Mujeres, Ayelén Mazzina, quien justamente fue impulsada por un acuerdo político entre la Casa Rosada y el gobernador puntano.
La ruptura se produce a una semana del alejamiento del gobernador de Tucumán, Juan Manzur, de la jefatura de Gabinete para reasumir en su provincia y eventualmente, postularse como futuro candidato presidencial.
La llegada de Agustín Rossi como jefe de Gabinete, viene a buscar garantizar esos consensos internos, señalan en el entorno de Alberto Fernández, al recordar los dotes dialoguistas y de negociar del ex jefe de bloque de diputados durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
En tanto, en el ministerio del Interior que comanda el camporista Wado De Pedro, mantenían un hermético silencio, pese a tratarse de la cartera que maneja por excelencia, la relación del Estado nacional con las provincias y municipios.
En tanto, desde la Cámara de Diputados, la titular de la Comisión de Juicio Político, Carolina Gaillard, confirmó la versión de la Casa Rosada, al tratar de mostrar calma en el Frente de Todos. Aclaró “no estar de acuerdo con la decisión de su provincia”, Entre Ríos pero dijo que la respeta, en referencia a la decisión del senador entrerriano Edgardo Kueider que se sumó a los 4 que rompieron el bloque del FdT en la cámara alta.
Kueider, meses atrás, era un senador que se mostraba en línea con Alberto Fernández, pero ahora marca distancia, en línea con las críticas del gobernador Bordet, que se expresó en contra del pedido de juicio político a la Corte que impulsó el presidente y algunos gobernadores ultrak, como Axel Kicillof (Buenos Aires) y Jorge Capitanich (Chaco).