El equipo dirigido por Martín Demichelis le ganó a Sarmiento en Junín y da buenas señales para el futuro.
La victoria ante Sarmiento, en Junín, no solo dejó al equipo de Núñez al tope de las posiciones, a la espera de la suerte de San Lorenzo, que hoy visitará a Newell’s, sino que le dio otra dosis de confianza en cuanto a los modos y las formas de encarar todo lo que vendrá.
River tuvo la capacidad de recuperarse de algunas dudas lógicas después del cambio de ciclo. El aura de Gallardo aún revolotea por el club y estos primeros tiempos de Demichelis son fundamentales para construir los pilotes de una estructura mucho más confiable. Los resultados afirman los trazos y los conceptos empiezan a verse con mayor nitidez. Algunos rasgos se conservan, por supuesto, pero los nuevos también afloran de la mano del entrenador.
Finalmente, Micho se refirió a la mejora que tuvo el equipo con el correr de los partidos y reveló sus aspiraciones. “Tanto los buenos resultados como los malos nos hicieron ir mirando, repasando, corrigiendo, sosteniendo un mecanismo que a veces por detalles te ponés a ganar, a perder, a hacer goles. Corregimos constantemente para estar cerca de la excelencia, que en el fútbol es imposible porque está lleno de imprevistos, y porque el rival genera. Hoy terminamos con el arco en cero. Quiero que de atrás para adelante, siendo sólidos, terminemos siendo un equipo súper competitivo, esa es la idea”, finalizó.